LA vida son decisiones.

Era todo una situación irónica, el la echaba de menos pero no hacía nada por demostrárselo.
Echaba mano de esas palabras típicas que todo el mundo usa para no mostrar sus sentimientos, esas palabras ya sin color, gastadas y que el único sentimiento que producían era repulsión, repulsión por estar en la boca de todo el mundo.
Si quieres; Echas de menos; Te enfadas; Disfrutas de la felicidad o tienes ganas de comerte un bocadillo pues lo dices.
No están las cosas como para andar perdiendo el tiempo dando rodeos.
Pareciera que vivimos encerrados en un laberinto, pero no uno de esos difíciles que te cuesta encontrar la puerta, sino uno de los que no tienen salida y en los que el viento no corre, aquel en el que los muros son tan altos que tapan el brillo del sol, la luna y sus pequeñas confidentes las estrellas.
Las flores pierden sus pétalos y a medida que caminas se van muriendo.
Mañana puede que no esté esa persona que te hace tan feliz. ¿Que harías entonces? ¿Llorar? ¿Deprimirte? Pocas soluciones más tendrías, porque no te serviría ninguna para hacerle ver que la querías de verdad, como a ninguna otra, que era ella quien hacía de lo malo lo bueno y de lo bueno lo mejor.
Te ánimo a que sigas con tu estúpida cobardía. Pero que sepas que ellos, los valientes caminan con las manos ocupadas y la cabeza girada hacia esa persona especial.
Asique tu verás.