Palabras que definen mi historia.

Por pura necesidad busco refugio en las páginas de un libro.

En un intento vano por alejarme de la estúpida realidad entierro la mirada en la primera frase del último parágrafo de la página 143.

-"Cerré los ojos un instante y respiré hondo"

Esbozo una sonrisa de complicidad hacia ese trozo de materia viva, ahora convertida en un buen libro, un buen relato.

Aparto la mirada inconscientemente y pienso que tal vez sea eso lo que deba hacer. Cerrar los ojos. Respirar hondo.

Una vez. Dos. Tres, Cuatro...

Irónica la situación que vivo, pues por muchas veces que haga lo que reza esa frase, no me sirve de nada ya que, siempre que abra los ojos estaré en este lugar inhóspito y con menos vida a cada día que se asoma tras el gris cristal.

La vida solo es una calle al fondo en el paisaje de este libro en el que intento concentrar mi atención, un sitio lleno de trivialidades y situaciones banales que a nadie parecen interesarle.

Crueles las situaciones que vivimos.

Crueles hasta el punto de sufrir dolor.

Me consuela el pensar que en algún lugar del mundo, siempre habrá alguien que obtenga placer a cambio del dolor.

Al menos uno de los dos tiene lo que quiere.

Yo me conformaré con ver el mundo de sentimientos que hay en estas frases.