Cállate Mundo.

Se levanta cada mañana y lo primero que hace es echarle sal a esas putas heridas.
Se lo echa día tras día hasta que en alguno de ellos sienta que dejan de escocer.
Para descubrir que todo vuelve a ir bien.
Desayuna en silencio mirando siempre el mismo punto fijo en la pared.
Se siente sola.
Es evidente que lo está.
Nunca hubo nadie que estuviera ahí para tenderle una mano que le ayudara a erguerse de una caída u alguien ofreciéndole ese hombro que todos necesitamos tanto a veces.
Camina dirección a ese puto infierno con la mochila a cuestas.
Arrastrando las penas.
No escucha música ya que su mente está vacía y hace mucho que no piensa en nada.
No pretende evadirse. Ya todo le da igual.
Ya le da igual vivir al límite.
Los insultos que han echo mierda su autoestima.
Los mil comentarios obscenos y fuera de lugar sobre su físico.
Caminando por los pasillos con la cabeza gacha, demostrando que le da igual la vida o la muerte.
Simplemente no hace nada.
Ellos, sus "Amigos", como únicos culpables de semejante delito.